Querido diario, hoy es 14/11/2023

 

Ya pasaron algunos días de la ultima entrada. Y no ha pasada nada excepcionalmente interesante para contar.

Octubre desde la negación de la castidad fue uno de esos meses de vacaciones, había mucho estress en la vida fuera de esto y hablé con mi Esposa que me lo iba a tomar con calma, y Ella estuvo de acuerdo. Por suerte todo lo que tenía en octubre (laboral y familiar) se terminó resolviendo bien, y ya este mes volvimos a la normalidad. Bueno más o menos.

Ya pasaron 2 semanas desde mi última vez con mi Señora, y como me pasa cada vez que vengo de un período relajado, el cuerpo pide más. Pero mi Ama ha estado sintiendose mal durante el fin de semana por lo que se ha extendido el período de abstinencia. Desde que iniciamos esta etapa en nuestra pareja hace ya unos 8 meses de control y negación de mis orgasmos, yo he ido notando como mi nivel de deseo contrario a lo imaginable ha ido disminuyendo en vez de aumentar. Yo imagino que un poco tendrá que ver con la edad (ya tengo 47 años), pero estoy casi seguro que tiene que ver más con la adaptación a todas las condiciones de este estilo de vida. Es como un mecanismo de defensa para no estresarme jajaja. Pero basta que yo tenga varios orgasmos más seguido de lo normal, por ejemplo 5 orgasmos en un mes, para que la líbido se dispare y vuelva a lo de otras epocas, es decir a estar caliente ya 2 o 3 días despues de acabar.

Acá abro un parentesis para hacer un pequeño resumen de como comenzó y con que condiciones esta modalidad de control y negacion de orgasmos:

"Hace mil años conocí este fetiche y como un juego se lo presenté a la que entonces era mi novia. Fue paseando el tiempo, y aunque otros fetiches los dejamos porque a ella no le agradaban este, sin que le gustara, al menos no le molestaba y cada tanto me daba el gusto de practicarlo. Quizás pasaban meses entre un intento y el siguiente, mientras sexo vainilla, crisis, cambios. En alguna oportunidad le propuse intentar tomar esto como un estilo de vida y no como un juego, probamos algunos meses, pero al igual que con los juegos se fue en fade por que ella perdía el interés y terminaba olvidandose que yo estuviera en abstinencia, eso me generaba un sentimiento muy negativo y yo terminaba dejando de controlarme o de usar el dispositivo de castidad por sentir que era inutil, que jugaba solo.

El tiempo pasó y nuestra última gran crisis fue durante la pandemia por el covid, a mediados del 2020. Para hacerlo muy corto, Ella admitió que muchas veces de las que teniamos sexo era en contra de su voluntad, que Ella lo permitía para que yo no este enojado, que no sentia deseo por mi y que ni siquiera sabía si me amaba como para seguir conmigo. Después de varios meses de mierda, de muchas charlas, de llantos, nos fuimos amigando y llegamos a un consenso. Donde yo debía tener otra actitud con el sexo, por decirlo así una actitud más pasiva, para poder darle espacio a ella a que desarrollara su deseo yo esperaría que ella iniciaria cualquier aproximación al sexo. Yo no la tocaría (con intencion sexual se entiende) fuera de las ocaciones donde teníamos sexo, por ejemplo podía hacerle cucharita en la noche pero no tocarle los pechos, o la entrepierna. Eso configuró un gran cambio en nuestras vidas. Ella con el tiempo desarrollo un sentir más positivo con el sexo, más relajada porque sabía que no tenía que hacer nada que no quisiera. Por otro lado yo tuve que aprender a contener mi deseo, a ser paciente y esperar que ella tuviera deseo. A respetarla como siempre debería haber hecho. Pasamos de tener sexo 1 vez a la semana (y yo me quejaba que era poco) a una vez cada 3 semanas apróximadamente. Yo no tenía prohibido masturbarme, pero con el tiempo me deje de masturbar tanto, deje de mirar porno todo el tiempo (no digo que sea malo) y en general me relajé mucho. Sin embargo contrario a lo que se podría pensar nuestra vida sexual mejoró, no en cantidad, pero si en calidad. Tambien mejoró mucho nuestra relación, que en general no era mala, pero fue como un nuevo romance.

Con el tiempo estas "reglas" se relajaron, pero se estabilizó la frecuencia más o menos en ese número, aunque a veces podía haber gratas sorpresas un par de veces seguidas y así.

Como capítulo final del resumen, a mediados de febrero un día que ibamos a tener relaciones me veo unas marcas en el pene (un hongo aparentemente) por lo que le plantié que no podría haber penetración pero le ofrecí ir abajo de ella si es lo que quería, para mi sería un gusto, y así pasó, 2 para ella, cero para mi. En esos días lo charlamos y empezamos un periodo de negación de orgasmo para mi, en principio hasta que se me curase el hongo que tenía. Esto llevó a un tratamiento médico prolongado que duró un mes, más el tiempo antes de empezar el tratamiento, fue un total de 41 días (un gran record para mi) y en ese período por supuesto Ella no debía padecer la negación, por lo que tuvo 13 orgasmos, que es bastante más de lo normal. Supongo que por primera vez disfruto el juego de castidad, y en todo ese tiempo no se olvidó de mi.

Después de hacer el amor por primera vez en ese tiempo le expresé lo bien que lo había pasado y Ella admitió que tambien lo había disfrutado, le pregunté si quería que siguieramos un tiempo más, no como juego o como un periodo unico, sinó como parte de nuestra vida. Nada rígido, y con las mismas condiciones que veníamos llevando a después de la crisis, salvo por el hecho de no masturbarme más. Ella estuvo de acuerdo y pensó que quería empezar con una frecuencia estimada de un orgasmo mío cada 15 días. Era una exigencia que ella misma se quería imponer, aunque no era una regla. Yo estuve de acuerdo salvo porque despues de los 41 días sin orgasmos estaba muy excitado y necesitaba más de un orgasmos para calmarme. Así que el més de marzo ella fue muy indulgente, de hecho tuve 5 orgasmos ese mes y ella solo 3. Pero despúes del 5to Ella misma me dijo que ya era hora de volver a la "castidad" Y así fue como empezamos esto."

En fin iba a ser una corta entrada para hablar de como me cambia el deseo segun este en abstinencia o en un plan más normal, pero me fui por las ramas.