Una nueva sentencia


 

Hacía poco más de un mes que Esteban con la ayuda de su Esposa María había superado su mayor tiempo en castidad desde que estaban juntos. Y es que María es la que esta vez se lo estaba tomando en serio. Fueron 42 días de nada para él, y una buena cantidad de masajes, mimos, cuidados y, obviamente orgasmos para Ella. Luego de ese periodo hablaron respecto de la continuidad de la práctica y Ella había decidido mantener el control de los orgasmos de Esteban con una frecuencia quincenal. Sin embargo, el primer mes después del largo periodo de abstinencia Ella fue muy indulgente y le permitió en 4 ocasiones que él disfrutara de sus orgasmos, más un accidente que Esteban reportó, pero al que María le dio poca importancia.

Pero todo lo bueno llega a su fin y, mientras estaban haciendo el amor María le anunció a Esteban que debían volver al plan de una vez cada 15 días, y luego de sus correspondientes orgasmos Ella solo le dio a él unos muy frustrantes momentos de placer. Sentándose sobre él como una amazona froto su hinchado y húmedo sexo sobre el rígido miembro. Esteban por impulso cuando estaba en posición trataba de penetrarla y Ella se levantaba un poco. Lo justo para que se mantengan en contacto, pero para evitar que el la penetre. También mientras tanto le ponía los pechos sobre la boca, pero cada vez que el trataba de besarlos o chuparlos ella se levantaba. Así jugo un rato hasta que vio que el además de caliente estaba desesperado y entonces le dijo que ya era suficiente y lo mandó a vestirse.

Más de 10 días pasaron antes de que pudieran tener otro encuentro. Con lo excitado que estaba Esteban se hundió entre las piernas de su Ama/Esposa y la devoró con avidez. Con obsesión, pero también con mucha técnica le dio una sesión de sexo oral magistral durante cerca de 30 minutos, haciéndola alcanzar dos veces el clímax. Ella disfrutó y gimió con ganas. La vida cotidiana se había interpuesto en su intimidad y Ella había echado en falta esta atención. Él llevaba unos 18 días de abstinencia ya y pensaba que como habían pasado los 15 días ya esta vez le correspondía.

Ella lo atrajo con las manos para que le hiciera el amor, como cada vez que a él le tocaba acabar. Era raro que lo dejara penetrarla si no le correspondía. No es que fuese una regla o algo así, pero cuando María lo buscaba solo para que la satisfaga a ella, todo giraba a su alrededor. ¿Para que perder tiempo en el placer de Esteban?

Así, lenta y suavemente Esteban empezó a moverse sobre ella tratando de durar todo lo posible, y María mientras tanto le decía cosas al oído que lo ponían a tope, o jugaba con sus pezones para que llegue muy, pero muy rápido. A Ella le divertía ver como Esteban luchaba contra sus propias ansias. Además, debía esperar que María le permita acabar o podría ser castigado.

No habían pasado dos minutos de esto cuando él ya le avisó que estaba cerca. Entonces Ella le pide aguantar que quería otra posición. María se pone a cuatro patas y Esteban sabe que no va a aguantar mucho en esa posición, es su preferida. Respira tratando de calmarse y nuevamente empieza el mete y saca. La vista lo vuelve loco, Ella que con su mejor vos de perra en celo le pide más y más mientras gime de placer. En menos de un minuto él para en seco para no acabar y le dice que está muy cerca. Esta vez ya le pide por favor si lo deja acabar. Ya no quiere aguantarse, ya no quiere durar más, solo quiere vaciar su carga y disfrutar de esos segundos de placer que viene esperando hace 18 días.

Ella le dice que no, que se aguante un poquito más y comienza a menearse. El respira, trata de pensar en otra cosa tratando de recomponerse, pero Ella lo embiste una y otra vez con su trasero. El quisiera parar un segundo, pero ella no lo permite.

-          Por favor. - dice con un hilito de vos - ya no aguanto más.

Entones María para y le ofrece que se acueste y que le deje ir a Ella arriba. El hace lo que le dice y María se monta sobre él. Ahora Ella maneja el tiempo y la intensidad y Esteban respira porque goza esta posición, pero sabe que así puede aguantar más mientras se quede quieto. María empieza a moverse y contonearse. Es todo un espectáculo para él. Su cuerpo que se arquea, las caderas que se sacuden y los pechos que bambolean acompasadamente. Después de un minuto así María empieza a gemir, lleva una mano a su entrepierna y con la otra se empieza a estimularse unos de sus pezones. Comienza a jadear y el volumen de sus gemidos se intensifica hasta que en un momento se para en seco. Se sacude con cada contracción de su orgasmo; el tercero y más potente de la noche. Cuando acaba mira sonriente a Esteban y se tumba sobre su pecho agotada. Excitado como está con todo lo que pasó en la noche Esteban sabe que este es su momento y comienza a moverse despacito dentro de Ella mientras la acaricia con ternura. En un minuto está al borde del orgasmo y le avisa a María.

María se incorpora de un brinco y le dice que pare con cara de alarmada. Sorprendido él para.

- ¿Qué pasa?

- Es que… estuve pensando –dice y cambia su cara de preocupación mientras se cruzaba de brazos (aún sentada sobre el miembro palpitante de Esteban)

- Gordita en serio, ¿ahora tenemos que hablar?

-Shhh no me interrumpas -dice con fingido enojo y prosigue- Estaba pensando que yo te dije que vos podrías acabar una vez cada 15 días.

-Sí, y ya pasaron 18 -dice Esteban mientras empieza a mover su pelvis nuevamente.

- Que no me interrumpas y que pares. – le dice María mientras le da un pellizco en un pezón a Esteban que lo hace volver a detenerse.

– El primer mes acabaste 5 veces, ¿no? y una fue un orgasmo no permitido, ¿no?, mmmm…..

María se queda en silencio mientras sacaba las cuentas con los dedos y el rostro se le empieza a iluminar.

- Como yo lo veo hoy debería ser tu tercer orgasmo y como tuviste 5 me debes dos, pero como uno fue no permitido debe ser castigado, como soy buena solo lo voy a contar doble por lo que me debes 3. Así que … me debes 45 días más sin orgasmos. -dicho esto se rompe a reír mientras se empieza a menear sobre él una vez más. - MMMMMM me están dando ganas de nuevo…. Vos podés aguantar? -Y dicho lo dicho baja una mano a su sexo y comienza a tocarse mientras se menea suavemente, no fuera a ser que Esteban acabe por accidente.

Esteban la mira con la boca abierta no entendiendo como se había perdido el orgasmo que estaba ahí, que ya era suyo. Tiene ganas de llorar como un niño. Mientras mira la cara de María rebosante de placer, las mejillas rojas de tantos orgasmos que había gozado, los carnosos labios entreabierta dejan entrever una sonrisa mientras jadea ante la llegada de su cuarto orgasmo.

Cuando llega es más pequeño y tranquilo que los anteriores, pero no por eso menos satisfactorio para ella. María rendida cae sobre Esteban quien la abraza y la acaricia con ternura mientras lucha internamente con la urgencia de moverse dentro de Ella para acabar.

-No podré aguantar 45 días más mi amor. – le susurra al oído casi suplicante.

María se incorpora un poco, y lo mira con una mirada cargada de amor, le acaricia el rostro suavemente y empieza a cubrirlo de besos tiernos, lo abraza y también al oído le dice:

-          Por supuesto que podrás mi amor, sé que podés, y yo te voy a ayudar. Te amo Esteban.

-          Lo se María, yo también te Amo.

Después de darle varios besos más María le dice:

-          Es hora de terminar con esto, ¿no?

-          -Si mi vida.

Entonces María se levanta muy despacio dejando el miembro aún palpitante de Esteban al aire, y mirándolo, mientras se le escapan algunas risitas dice:

-          Voy a buscar un poco de hielo así podemos mandar a dormir a tu amiguito.

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